El verano es un periodo en el cual se celebra el Orgullo Gay a nivel internacional. Las ciudades se llenan de colores con el motivo de expresar la diversidad sexual y de manifestarse para exigir el respeto y los derechos que como ciudadanos y ciudadanas merecemos.
Este año, Guadalajara se envolvió de vestuarios, carros alegóricos, organizaciones y miles de personas manifestándose y observando la XIV Marcha de la Diversidad Sexual, llevada a cabo el pasado 19 de junio con el lema “Bicentenario, hacia la igualdad de Derechos”.
Algunas personas consideran esta marcha como un carnaval o desfile, y no una verdadera manifestación; otros la consideran como una forma en que las ganancias económicas de los dueños de los lugares de diversidad sexual aumenten; y habrá, por supuesto, muchas otras ideas por las cuales se tenga una visión distinta que provoque el ausentismo o la segmentación del movimiento LGBTI.
Sea lo que sea, hay que comprender que no es un movimiento como cualquier otro, es un movimiento de la diversidad sexual, y lo que no podemos hacer es dejar de expresar nuestra sexualidad de la manera en que nosotros queramos, mientras no dañe a las demás personas. Sería favorable llegar a aceptarnos tal como somos, y hacer de este movimiento un gran esfuerzo unificado y fuerte, y no varios y menos fuertes.
De esta manera, en esta edición nos interesa saber lo que piensas al respecto, recuerda que este boletín tiene como objetivo la reflexión y opinión, y este tema es un buen motivo, como cualquier otro, para hacerlo. Danos a conocer lo que piensas, ¿asististe a la marcha?, ¿cómo fue tu participación?, ¿por qué no fuiste?, ¿qué opinas de lo que sucede en Guadalajara?
Luis Alberto Gascón Hernández
Coordinador de SEIS COLORES, la opinión diversa.
seiscolores_colega@yahoo.es
Este año como en los 2 anteriores he decidido ya no ¨marchar¨, debido a que la marcha se he convertido en un simple desfile, el cual ya no cumple su proposito original, creo yo, que era el de la reivindicar nuestro derechos, peor aún, ultimamente solo ha servido para enraizar cada vez mas los cliches y estereotipos tan manoseados por la cultura heterocentrista, (la de los bugas pues).
ResponderEliminarDejemos de llamarla marcha, llamemosla ahora desfile, dejemos que siga esa fiesta colorida y busquemos nuevas alternativas donde hacer más visibles nuestas luchas y más efectivos nuestros reclamos.